Una forma de ver cómo se alinean o no las nociones de desarrollo como crecimiento económico y como enfoque en derechos humanos se puede abordar desde la perspectiva de desarrollo propuesta por Friedman (1962) y aquella propuesta por Sen, respectivamente. Se presenta una alineación entre estos dos autores al momento de asegurar que un individuo libre es aquel que enfoca su agencia en beneficio de su comunidad, y es capaz de hacer un escrutinio al gobierno, como acción que asegura su libertad sustantiva. Además, ambas teorías confluyen en que el gobierno no podría igualar la variedad y diversidad de acciones individuales que pueden resultar en beneficio de una comunidad, lo que se ajusta al concepto de agencia, como foco fundamental, propuesto por Sen. Friedman también apoya la idea de que la libertad económica es un medio y un fin para el individuo, mientras Sen hace énfasis en otras libertades de tipo instrumental: libertades políticas, oportunidades sociales, garantías de transparencia y seguridad, sin las que la libertad per sé estaría incompleta. Sin embargo, hay desencuentros entre ambos focos del desarrollo: cuando Friedman propone al capitalismo como herramienta para otorgar libertad al individuo, Sen asume que esta idea queda sin soporte en el momento en que la nula oportunidad de acceder al mercado y la negación de derechos civiles y políticos de los ciudadanos deja sin cabida a un individuo en el escenario capitalista, que es donde precisamente Friedman ubica al individuo como ser libre.